La sociedad avanza siempre gracias a la ciencia y con ello a la experimentación constante para la verificación de los resultados de estudios de una forma empírica.
Muchas prácticas holísticas carecen de una investigación con carácter científico, y digo muchas, pues no todas carecen de ella, pues existen estudios que demuestran su efectividad para el bienestar del ser humano. Por ello los seres humanos tendemos a ver lo que no nos resulta claro, lo que nos disgusta o aquello que creemos que es negativo por diversos motivos.
Podría numerar en un listado interminable las terapias o técnicas que son muy criticadas, y en su mayoría no sin una razón consistente. No es el caso de entrar en esa reflexión que seguro daría para varios artículos bastante densos. Lo importante en este caso en el que pongo todo el foco es el hecho de que si existen críticas hacia lo holístico, no es realmente hacia las terapias o técnicas usadas, las cuales no se terminan de conocer en profundidad, pues nuestra responsabilidad en ese sentido está aún poco desarrollada en la dirección de dar una buena información, de calidad, veraz y sin subterfugios o adornos innecesarios de tipo místico. La crítica siempre existirá, pero dependerá de los profesionales y colectivos que sigamos dando pie a esa crítica en ocasiones justificada.
No todo vale, no todo es cierto o demostrable, no todo tiene una explicación a gusto de todos, ya que todos tenemos gustos y criterios diferentes.
Lo cierto es que sin todo debe ser compartido desde la visión de la ciencia holística, que es un complemento para la mejora de la vida.
Hay técnicas manuales que son claras en los efectos, pero no olvidemos que existen profesionales sanitarios que han realizado durante años estudios al respecto de como funciona nuestro cuerpo, por ello es necesario una buena formación que contemple los conocimientos mínimos anatómicos.
Las técnicas de tipo energéticas, responden a sensaciones propias, existiendo estudios que prueban la existencia de esa energía, si bien es cierto que distan mucho de halo místico que les damos habitualmente. Y así, con cada una de ellas, sin olvidarme de la que quizás hace más daño y se critica con sobrada justificación.
Son esas terapias o técnicas holísticas que intervienen en las emociones, en la mente, y hasta en la conducta. Sabemos que el acompañamiento a través de estas técnicas está en auge, coaches, terapeutas holísticos, acompañantes formados en buenas escuelas, pero también los que se han formado en un fin de semana y sin experiencia ni supervisión ya son capaces de acompañar a otro ser humano en cualquier proceso emocional. Algo que ya resulta muy difícil a los profesionales sanitarios como psicólogos o psiquiatras, aun habiéndose formado en disciplinas específicas y científicas que estudian constantemente la evolución del ser humano y las situaciones que intervienen en nuestros procesos emocionales y cambios conductuales.
Por ello y en especial busco llamar la atención en lo que hacemos y sien en realidad somos o tenemos la capacidad para acompañar a tal punto a otro ser humano. Y sin entrar en todas aquellas técnicas que están basadas en la adivinación, intuición o sensaciones que percibe quien realiza las mismas.
Ante todo esto, no cabe otra reflexión que hacer un acto de humildad y honradez para preguntarnos; ¿la critica es merecida?, ¿desde mi posición, qué puedo hacer para cambiar esta realidad?.
Os invito a todos los lectores a compartir vuestras reflexiones sobre este momento en el que vivimos, en el que cuestionarnos es altamente sano.
Emilio Mendiola
Presidente OPR
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Porque salud necesitamos todos…
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